Zelaia (Hernani): Enero 28, 2016

Inauguramos la nueva temporada celebrando el XX aniversario de la III Sagardo Bira. Iremos a Zelaia a la que no vamos desde 2005, y que coincide que se ha convertido este año en la primera sidrería de Hernani donde se ha hecho la apertura oficial de la temporada.

Asistentes: Ana, Edu, Mikel, Nesss

Previo

A mediodía quedamos para comer un par de pintxos en el Buen Pas, destacando lo lentos que fueron en el segundo para estrés de Nesss. Luego esa comida tan ligera se notaría por la noche. A las 19:00 vamos de pintxo-pote al Goiz-Argi (encurtidos y pintxos txiki) y al Apeadero (magnífica tapa de atún encebollado "ahumado"). Ya de camino a Zelaia Edu pide un kalimotxo txiki en el Olaeta, que se duplica por el efecto la media coca cola remanente. Paseo a Zelaia bajo la ligera lluvia que empezó al mediodía (qué precisión las agencias meteorológicas!). Ya circunvalándola, Ana saluda con un "Oh!" (traducción caribeña de "aupa!") al anterior jefe de Zelaia. Muchos coches aparcados en el parking de la sidrería, parece que somos los únicos que vinieron a pinrel.

Sidrería

Entramos hacia las 20:40. Es de las de comer de pie, con mesas para dejar las chamarras debajo y sin bancos, aunque trajeron una silla para la mesa de al lado (a una chica coja). También destacan las servilletas de tela, pero no son de cuadrados blancos y azules/rojos. Dejan un cartoncillo con el nombre, el número de quienes reservan y las instrucciones a seguir en la sidrería (mala señal), que se lleva Edu de recuerdo. Los sitios de comer y de beber están separados. Muchas kupelas de madera en un pasillo de la muerte con curva a la derecha y, más al fondo en un aparte, las metálicas, habiendo txotxero encargado de abrirlas, aunque muchas kupelas no las abren por estar la sidra aún sin hacer. La sidra buenísima, de las mejores catas, con una espuma increíble. Ya en el primer trago, Edu suelta la famosa frase premonitoria "si la vista no me engaña, hoy se avecina castaña"). Y vive dios que se avecinó, pero se avecinó a chorro.

Incluso antes de pillar los vasos ya nos pusieron los choricillos a la sidra, pero fuimos a beber varias veces antes de volver a comerlos, y por cierto estaban bien buenos. Antes de acabarlos ya nos trajeron la tortilla de bacalao (qué estrés) pero también nos vamos a beber antes de atacarla, ante las protestas formales de Ana que estaba ganosa de tortilla. Ya de vuelta, catamos la tortilla que era jugosa y de poca sal, y sobre todo de poco tamaño, quizá la más pequeña que hemos visto para cuatro (llegaba a dos pinchadas cada). Luego el ritmo de servicio de comida bajó, pero no así el de bebida, ya que no sirven hasta que no nos ven a los cuatro en la mesa. Nos sacan bakalao con pimientos rojos y verdes y cebolla refrita, que a Edu se le antoja demasiado moderna frente a la habitual cebolla pochada; Nesss rompe la tradición del año pasado y no es el único a quien le salen espinas, aunque las evidencias fueron eliminadas; en definitiva, el bakalao bueno pero, como la tortilla, un poco escasi. La primera txuleta viene ya cortada y estaba buena, aunque mejor estaba la abundante carne del hueso. Como veniamos con hambre de antes de las txuletas pedimos una segunda por unanimidad, que resulta ser mucho más pequeña que la primera e igualmente ya cortada... aunque daba a sospechar si alli estaban todos los trozos del puzzle; total, que tambien nos la comemos pero algunos decidimos que pediríamos una tercera, y Edu exige que esta vez venga sin cortar; así lo hicieron, esta era de buen tamaño y estaba casi mejor que las dos primeras aunque el hambre ya no era el mismo. Algunos ya se empezaron a moderar de tanto comer debido al tanto beber, pues para entonces ya no sabíamos los txotxes que habíamos hecho. De postre, un queso magnífico y poco habitual, nueces, membrillo, tejas y cigarrillos de Tolosa (alguno abandonado en mesa ajena). Al final Pagamos cara nuestra gula, y la sidrería también. 172 euros, unos 43 euros por cabeza, probablemente la sidrería mas cara jamás... porque no es la primera vez que pedimos tres txuletas y desde luego no es la vez que más hemos comido. Menos mal que vinimos con algún souvenir pero aún así...

En cuanto al ambiente de la sidrería, mucha gente para ser un jueves. En un momento hubo una mirada de la camarera rubiaka a Mikel que, según Edu, hizo que las rayas de su camiseta dejaran de ser paralelas. Algunas personas no respetan el orden de espera al txotx, destaca Ana en el papel de kolategi seguida del de rojo (de la mesa de al lado) en dura pugna con Ana cuando coincidían; por cierto que su mujer estaba encantada de cuando el de rojo se "perdía" con el gafotas. Nesss se pone como un uro con las miradas de la de gafas de coña, que se las ponía y se las quitaba (dichosos hipsters y sus complementos!); en un momento él y otros le vieron todo lo negro. Nesss confraterniza con el batería de un grupo famoso, aunque no sea de nuestro estilo musical; Edu hace lo propio con el técnico de sonido. Llega un momento en que Nesss decide descansar de beber y contempla cómo las mesas de alrededor se han vaciado ya. En un momento dado se le ocurre pedir los postres, pero la camarera mayor le dice que se ha pedido la tercera txuleta y que primero traerán ésa. Ana pregunta a la camarera rubiaka por su nombre y esta responde a Edu para sorpresa de la primera. Fuimos los últimos en salir y no era tarde, las 23:50. Pocos coches aparcados ya. Las lagunas cerebrales atacan, no ha sido fácil elaborar esta crónica.

Epílogo

A la vuelta bajo la lluvia poca cosa más. Ana y Edu se recogen en Johnny's. Mikel y Nesss comprueban el poco o nulo ambiente en Hernani tomando una Guinness servidos por el camarero que Nesss no quería que estuviera atendiendo. Retirada temprana, pero no quiere decir que no bebiéramos... sobre todo en la sidrería.